El madroño: símbolo de la villa de Madrid
- jesuscarilla
- 23 mar 2020
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El madroño (Arbutus unedo, familia Ericáceas) es un arbusto de 2 ó 3 m de altura que en ocasiones llega a tener un porte de pequeño árbol, con las ramas jóvenes de color rojizo.
Hojas perennes, lanceoladas u ovato-lanceoladas, dentadas o aserradas en los bordes, lampiñas, lustrosas y algo coriáceas, sostenidas por corto peciolo.
Las flores forman ramilletes terminales y tienen forma como una pequeña urna, de color blanco tirando a verdoso o un poco sonrosado. Dentro de la corola se hallan diez estambres, con los filamentos vellosos inferiormente y dos cuernecitos en cada antera.
El fruto es una baya de 20 a 25 mm, de color rojo cuando está bien madura, toda cubierta de pequeñas protuberancias, y con la carne amarillenta.
Florece a fines de verano o con las primeras lluvias otoñales. Los frutos maduran al año siguiente, cuando la planta vuelve a florecer.
Vive en los bosques de encinas o de alcornoques, así como entre los matorrales resultantes de la destrucción de aquellos árboles, en los barrancos, etc, de todo el país, aunque preferentemente en las provincias del litoral, tierra baja y montañas poco elevadas, tanto en terrenos calcáreos como silíceos.
El madroño tiene propiedades astringentes y antisépticas de las vías urinarias. Se utiliza en casos de diarreas e inflamaciones del aparato excretor (por ejemplo en cistitis).
La corteza del madroño contiene abundantes materias tánicas. Las hojas también contienen taninos, además de arbutina, metilarbutina e hidroquinona. Los frutos maduros contiene azúcares, ácido málico y pectina.
Para combatir las diarreas y disenterías, preparar un cocimiento a razón de 25-30 gr de hojas o de corteza secas por litro de agua. Hervir durante un cuarto de hora y dejar en maceración hasta que se enfríe el líquido. De este cocimiento se toman 3 o 4 tazas al día en casos de diarrea intensa, o sólo 1 taza en ayunas en casos menos agudos. El mismo cocimiento, preparado con sólo 12-15 gr de hojas o corteza, se emplea para mitigar la inflamación de la vejiga urinaria, contra los cólicos nefríticos, la incontinencia de la orina, etc.
La corteza del madroño contiene abundantes materias tánicas (hasta el 36 %), por lo cual se utiliza como curtiente.
Los frutos del madroño son comestibles, pero no conviene comerlos en gran cantidad porque producen efectos algo narcóticos e irritaciones digestivas. De hecho, el epíteto específico, "unedo", hace referencia a la peligrosidad de comer muchos frutos, ya que significa “sólo uno”.
Dado que los frutos contienen gran cantidad de azúcares, por fermentación se obtiene el llamado vino de madroño.
El arbusto también se utiliza como ornamental en parques y jardines, y a la ciudad de Madrid, se la conoce como la villa del oso y el madroño, aunque desconocemos la razón.
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