El acíbar, jugo del aloe
- jesuscarilla
- 30 mar 2020
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Existen diversas especies del género Aloe (A. vera, A. ferox, A. barbadensis, etc de la familia Liliáceas), con propiedades medicinales similares. En general, son plantas leñosas, de tallo corto, simple y cilíndrico.
Hojas muy grandes y carnosas, dispuestas en grandes rosetones, con una espina recia en su extremo y otras espinas marginales más pequeñas.
Echan uno o diversos bohordos axilares que acaban en hermosos ramilletes de flores. Estas son tubulosas, porque las seis piezas que forman la cubierta floral se sueldan todas entre sí en un tubo normalmente recto, y en otros casos algo encorvado y aun bilabiado. Estas flores suelen ser de color rojizo, anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo.
El fruto es una cápsula.
Florecen, según las especies, en primavera y verano, y aun en invierno en sus países de origen.
Se han descrito casi 200 especies del género Aloe, que viven en laderas soleadas, a menudo en lugares rocosos o pedregosos de África y en algunos puntos de Asia. También se encuentran en la isla de Magadascar. En algunas zonas del litoral de la Península Ibérica crecen sin cultivo diversas especies de este género.
Se cultiva en amplias zonas de América.
Se recolectan las hojas, especialmente su jugo cuajado en una masa sólida de color oscuro, y muy amarga, llamada acíbar. Generalmente se obtiene dejando fluir el licor que se escurre de sus hojas cortadas transversalmente, recogiendo el líquido en un recipiente. Este licor se deja que se concentre y se vaya espesando al calor del sol o bien a fuego lento.
El acíbar contiene derivados hidroxiantracénicos; trazas de alcaloides; derivados de la cromona (aloerresinas A, B y C); y aloenina. Las hojas contiene abundantes mucílagos.
No utilizar esta planta durante el embarazo, ni en niños pequeños, ni en personas con hemorroides, o en enfermos de cistitis, problemas de la próstata, ni en casos de disenterías.
Tiene propiedades laxantes, digestivas, aperitivas y colagogas. Con las hojas se fabrican geles, cremas y leches dermatológicas, muy utilizadas en diversas afecciones dérmicas.
El acíbar, en dosis lo suficiente elevadas (por lo menos de 0,20 gr), actúa como purgante. A dosis menores (hasta de 0,10 gr como máximo) tienen facultades estomacales y aperitivas. Se acostumbra tomar en forma de píldoras. En Medicina familiar, cuando se puede pesar bien, se da un fragmento de acíbar, hasta de 1 gr como dosis máxima para los adultos, envuelto en una oblea o en un papelito de fumar. Tomándolo por la noche, antes de acostarse, el efecto purgante se produce a la mañana siguiente.
Un receta tradicional como licor estomacal, es el llamado licor de Raspail:
Coger 30 gr de sumidades y raíz de angélica.
4 gr de cálamo aromático.
2 gr de mirra.
2 gr. de canela en rama.
1 gr de acíbar.
1 gr de clavos de especia.
1 gr de vainilla.
0,25 gr de nuez moscada.
0,25 gr azafrán.
Echar todos los ingredientes en una botella y dejar en maceración con un litro de espíritu de vino durante quince días.
Filtrar y añadir 500 gr de azúcar previamente disueltos en medio litro de agua.
Tomar una copia después de las comidas.
El más viejo y famoso acíbar era el de la Isla Socotora, del sur de Arabia, llamado acíbar socotrino, y en latín, aloe succotrina.
El áloe era utilizado ya desde la antigüedad, y, por lo menos en Andalucía, existían grandes plantaciones de áloes en tiempo de los árabes, entusiastas propagadores del uso medicinal del acíbar.
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